jueves, 25 de febrero de 2016

Tortas ahogadas



Se calcula que el platillo se inventó hace 80 años en Guadalajara. La torta ahogada es un platillo típico que identifica a Jalisco; habla del mestizaje alimenticio por la combinación de ingredientes.

Combina la panadería española con la carne de cerdo, introducida a México desde la conquista, y el chile de árbol, característico de esta región. El birote (bolillo) salado no se elabora en ninguna otra parte del mundo, debido a la altitud, temperatura, humedad, presión atmosférica y clima de Guadalajara.


La torta ahogada tiene sus orígenes en la Perla Tapatía a principios del siglo pasado. Se dice que la receta surgió cuando un día llegó un jornalero a su casa y, hambriento, buscó con qué saciar su apetito, pero sólo encontró un trozo de pan, un poco de frijoles machucados, trozos de carne de cerdo preparada como carnitas y una salsa de jitomate aguada.


El hombre tomó los ingredientes y preparó una rara merienda, la cual fue tanto de su agrado que pidió a su esposa le revelara los ingredientes de la salsa, componente más importante de la torta ahogada.


Desde ese entonces hay muchísimas recetas que se utilizan para realizar la salsa para el platillo.


Después de algunos años, la persona que comenzó a comercializar las tortas ahogadas en Guadalajara fue el señor Ignacio Saldaña, el Güerito, de 66 años.


Dueño de Tortas Ahogadas El Güerito, comercio que acaba de cumplir 40 años de servicio en su céntrico local de Madero 13, en esta capital, narra la historia del suculento y original platillo.


"Hace como 80 años el papá de don Luis de la Torre, el mero Güero, inventó las tortas ahogadas y las empezó a vender en el jardín de San Francisco y en el centro de Guadalajara. Al morir don Luis padre, su hijo, el Güero júnior, siguió la tradición y abrió su negocio en la esquina de Miguel Blanco y 16 de Septiembre, con una vitrina bien elegante.


"Después pasó al famoso local ubicado al otro lado del restaurante La Alemana, donde se supone que nacieron las tortas ahogadas", expuso el señor Saldaña.


Aunque se reservó la fórmula secreta de las tortas al estilo el Güero, indicó que el secreto radica en la excelente calidad del pan y la carne, además del olor y el sabor de las salsas, que deben ser sencillamente irresistibles.


El platillo consiste en un birote salado untado con frijoles machucados, carnitas de cerdo y un baño de salsa de jitomate y especias; se utiliza también, para darle el típico sabor tapatío, una salsa de chile macho o cola de ratón, mejor conocido como chile de árbol, a gusto del comensal. Se sirve acompañada de cebolla desflemada en limón y sal, se agregan unas gotas de limón, y listo.


Dependiendo de la cantidad de chile que se agregue a la torta, ésta será ahogada o medio ahogada. El birote siempre irá sumergido en salsa de jitomate sin picante, pero cuando es torta ahogada se sumerge completamente en el chile; cuando es medio ahogada se sumerge sólo la mitad.


Así que si algún día desea probar una no la solicite totalmente ahogada, porque de verdad se va a enchilar.


Las tortas ahogadas suelen acompañarse con tacos dorados con carne rebanada encima y una cerveza.
Receta Clic aquí

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